La vida estudiantil de los futuros profesores de educación primaria implica el desarrollo de actividades fundamentales para su próximo desempeño como docentes. La vida de un estudiante normalista está dedicada principalmente a cuatro actividades: asistencia a sesiones de clase al estudio autónomo, asistencia a sesiones de tutoría y a las actividades realizadas en los grupos representativos.
El estudio de los contenidos de los cursos de la malla curricular implica realizar acciones para el fortalecimiento de competencias profesionales y genéricas; el estudio autónomo se convierte en una parte fundamental de su vida estudiantil al ser indispensable para el desarrollo de las competencias propias de un docente.
La asistencia a las actividades de tutoría es un acción relevante de su formación pues por medio de ella recibe acompañamiento de un tutor quien le apoya durante su carrera tratando los aspectos en los cuales él considera requiere atención y, finalmente, las actividades realizadas en los grupos representativos con las cuales fortalecen aspectos de creatividad, valores, sensibilidad artística y de servicio a la comunidad.
